Las nuevas tecnologías de la información, con Internet a la cabeza, y la economía colaborativa, se han unido para crear una nueva forma de financiación. El crowdfunding permite a los emprendedores exponer su proyecto ante la red para que pequeños inversores privados apoyen su iniciativa empresarial con su propio capital.
De esta forma, pequeñas empresas y autónomos pueden llevar a cabo sus proyectos sin necesidad de contar con un gran capital inicial y sin tener que negociar con los bancos. Según el tipo de campaña de crowdfunding puesta en marcha, los inversores pueden prestar su dinero a cambio de un interés, donarlo a cambio de un producto o servicio o bien a cambio de una participación en la empresa.
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