Las tarjetas revolving son un tipo de tarjeta de crédito de consumo. Son instrumentos de pago que permiten aplazar las compras que hagamos con ellas, lo que nos permite, asimismo, realizar la cancelación de los bienes que adquirimos con este instrumento en cómodos plazos, ajustados a nuestras necesidades y condiciones.
Las tarjetas revolving traen asignado un límite de crédito establecido que indica la cantidad de dinero de la que podemos disponer. Estos recursos disminuyen en la medida en que vayas sumando cargos o compras, y se reponen a través de pagos a plazos. Esta ventajosa condición permite contar siempre con un monto de crédito a favor, porque a medida que la deuda se cancela, el dinero vuelve a estar disponible para que el titular de la tarjeta revolving pueda hacer uso de él en cualquier momento.
Ante la pregunta ¿qué son las tarjetas revolving? también podemos decir que son un excelente instrumento financiero que se acopla, no solo a las necesidades del beneficiario, sino que también hace más amigables las condiciones del mercado.
¿Qué beneficios tiene una tarjeta revolving?
El hecho de que puedas escoger la modalidad de pago de tus consumos: total o aplazado, ya es de por sí una gran ventaja. Es decir, compras y te ocupas cómodamente de la cancelación de esos bienes que adquiriste, pero, eso sí, recuerda que el pago a plazos genera la obligación de cancelar intereses de manera adicional. Por ello recomendamos que, siempre que puedas, optes por el pago del monto total -evitarás pagar intereses que incrementen el valor final-.
Infórmate bien de cómo vas a amortizar la deuda, en qué plazo y términos lo harás. Queda en manos de la institución financiera que emite la tarjeta revolving elegir la fecha de pago. Y esto último es importante. Por eso, lo mejor es informarse primero de todos estos detalles para que luego no nos llevemos sorpresas y nos enfrentemos a unos intereses que no podamos pagar.
Entonces, ¿qué son las tarjetas revolving? Ese trozo de plástico es una tarjeta de crédito no convencional que te ofrece las mismas ventajas con el plus de que tú escoges cuánto -entre el 3% y el 25% de la compra-, será la cuota que pagarás mensualmente.
Podemos citar como ejemplo la tarjeta ‘A tu Ritmo BBVA’, en la que se fijan límites de recursos para tus compras que oscilan entre los 20 y 200€. Es una buena opción, pero te recomendamos leer bien las condiciones que te especifica la tarjeta. Otra buena opción, el menos en España, es la tarjeta revolving del Santander ‘Mi Otra 1/2/3’, con un límite de crédito de 12.000 euros.
Otra peculiaridad: las tarjetas revolving tienen otras ventajas muy similares a las tarjetas de crédito tradicionales, como planes de descuentos, seguros y otras garantías que dependen, claro está, de la tarjeta que contrates.
Detalles a considerar
Ojo, a pesar de las ventajas de estas tarjetas siempre recomendamos utilizar los instrumentos financieros con cautela. Toma en consideración que cuando vayas a optar por alguna forma de obtener crédito, sobre todo de la sencilla manera que explicamos en este artículo, debes estar siempre atento a no sobrepasarte en la utilización de estos recursos. Si echas mano de estas tarjetas de manera habitual, intenta no alargar las cuotas de pago de la financiación que estos instrumentos te ofrecen. ¿El motivo? Evitar altos intereses.
Si bien una tarjeta revolving es una opción interesante, elegir una cuota de pago muy pequeña para la cancelación mensual de los productos que compraste con ella puede ser contraproducente, porque el elevado tipo de interés que deberás cancelar podría exceder tus posibilidades. La deuda final se generará sobre el precio inicial del bien que adquiriste -más los intereses- y que, a fin de cuentas, deberás cancelar a la entidad emisora de la tarjeta.