Qué son los activos financieros: ejemplos y clasificación

activos financieros

Los activos forman parte de las bases fundamentales y conceptuales dentro de la economía y las finanzas a nivel global. Este concepto es bastante amplio en usos y también en maneras de aplicarse, por lo que resulta en sí mismo un medio de estudio para muchos economistas.

A continuación, ahondaremos en este tópico con el fin de brindar una perspectiva más clara sobre qué son los activos, qué función cumplen y de qué manera generan un impacto en los ingresos y en las pérdidas de una compañía.

¿Qué es un activo?

Un activo es un recurso con valor económico propio que un individuo, una empresa o un país posee o controla con la expectativa de que le proporcionará un beneficio en el futuro. Los activos se consignan en el balance de una empresa y se compran o crean para aumentar el valor de la misma o para beneficiar sus operaciones.

Un activo puede considerarse como algo que, en el futuro, puede generar flujo de caja, reducir gastos o mejorar las ventas, independientemente de si se trata de un equipo de fabricación o de una patente.

Asimismo, un activo representa un recurso económico para una empresa o un individuo. Para que un activo esté presente, una compañía debe poseer un derecho sobre él a la fecha de los estados financieros. Un recurso económico es algo que es escaso y tiene la capacidad de producir beneficios al generar entradas de efectivo o disminuir las salidas de dinero.

Estas definiciones quizá son un poco engorrosas, por eso nos gusta la definición que utilizó Robert Kiyosaki en su célebre libro Padre Rico, Padre Pobre. Según sus palabras, un activo es algo que mete dinero en tu bolsillo, mientras que un pasivo es algo que saca dinero de tu bolsillo. Es decir, un activo es todo aquel bien o derecho que genera efectivo.

Activos: ejemplos y clasificación

1. Sobre la base de la convertibilidad

Una forma de clasificar los activos se basa en su fácil convertibilidad en efectivo. De acuerdo con esta clasificación, los activos totales se clasifican en activos corrientes (o circulantes) o activos fijos.

Activo circulante

Los activos que son fácilmente convertibles en efectivo, como las acciones, las existencias, los valores negociables, las inversiones a corto plazo, los depósitos fijos, los ingresos devengados, los saldos bancarios, los adeudos, las letras por cobrar, los gastos pagados por adelantado, etc., se clasifican como activos corrientes.

Activo fijo

Los activos fijos son de naturaleza fija en el contexto de que no son fácilmente convertibles en efectivo. Requieren un elaborado procedimiento y tiempo para su venta y su conversión en dinero en efectivo. La tierra, los edificios, las instalaciones, la maquinaria, los equipos y los muebles son algunos ejemplos de activos fijos.

2. En función de su naturaleza

Activos materiales

Los activos materiales son aquellos que podemos tocar, ver y sentir. Todos los activos fijos son tangibles. Además, algunos activos corrientes, como las existencias y el efectivo, también se incluyen en la categoría de activos materiales.

Bienes inmateriales

No podemos ver, sentir o tocar físicamente los activos intangibles o inmateriales. Algunos ejemplos de activos intangibles son el fondo de comercio, los acuerdos de franquicia, las patentes, los derechos de autor, las marcas, las marcas registradas, etc.

También se clasifican en el activo porque los propietarios de los negocios obtienen ganancias monetarias con la ayuda de estos activos intangibles. La marca comercial, la marca y el fondo de comercio de una empresa contribuyen a la comercialización y venta de sus productos. Muchos compradores compran productos sólo viendo su marca registrada y su marca en el mercado.

3. En función del uso

Según una tercera forma de clasificación, los activos son operativos o no operativos. Esta clasificación se basa en la utilización del activo fijo para la operación contable.

Activos operativos

Los activos operativos son aquellos que son necesarios para la transacción diaria actual. En pocas palabras, los activos que una empresa utiliza para producir un producto o servicio son activos operativos. Estos incluyen efectivo, saldo bancario, inventario, planta, equipo, etc.

Activos no operativos

Todos los activos que no son de utilidad para las operaciones comerciales diarias, pero que son esenciales para el establecimiento de la empresa y para sus necesidades futuras, se denominan no operativos. Esto podría incluir algunos bienes raíces comprados para generar beneficios con su apreciación o exceso de efectivo en el negocio, que no se utiliza en una operación.

Características de los activos

Existen tres características de los activos: beneficio económico futuro probable; controlado por la entidad y resultado de eventos u operaciones anteriores. Los activos pueden ser corrientes (por ejemplo, efectivo, cuentas por cobrar) y no corrientes (por ejemplo, activos fijos, inversiones a largo plazo).

También existen relaciones bancarias que pueden hacer que el valor de un activo aumente o se reduzca en un tiempo determinado, como por ejemplo las divisas y el sistema cambiario internacional (ver qué es Forex y cómo funciona).

¿Qué es el libro de visitas de una empresa? ¿Es obligatorio?

libro de visitas

Periódicamente, las empresas o lugares de trabajo de cualquier rama son visitadas por inspectores que realizan un recorrido por las instalaciones y auditan los procesos y el cumplimientos de obligaciones, con el fin de determinar incidencias y sugerir mejoras.

La información obtenida en cada una de estas visitas era recopilada en un libro de visitas que cada empresa debía tener. Sin embargo, cada día nos llegan consultas acerca de su obligatoriedad, ya que los diferentes cambios normativos han generado dudas en empresarios y autónomos.

Precisamente en este artículo conoceremos qué es el libro de visitas y si es obligatorio tenerlo en todas las empresas.

¿Qué es el libro de visitas?

Como lo indica su nombre, se trata de un libro especial y acreditado, en el que se registran las incidencias de las visitas que realicen inspectores a una empresa.

El inspector solicita el libro y en él hace diversas anotaciones, por ejemplo, nombre, fecha y hora de la visita, y por supuesto todo lo que se observó o detectó durante la misma. En otras palabras, anotará en el libro lo que se está haciendo bien y lo que se está haciendo mal en la compañía en materia de obligaciones, por ejemplo, de seguridad social y prevención de riesgos laborales.

La idea detrás de este libro es que quede evidencia de la visita realizada y que sirva de referente para próximas visitas. ¿Por qué lo decimos? Porque cuando llegue un próximo inspector pedirá el libro de visitas, revisará los detalles de la visita anterior y los tomará como base para la nueva.

¿Físico o electrónico?

Con el fin de aprovechar las ventajas ofrecidas por las tecnologías de la información y la comunicación, en las comunidades autónomas de Galicia, Asturias, La Rioja, Navarra y Cantabria, es posible utilizar un libro de visitas electrónico, que sustituye al de papel.

Pero para poder migrar desde el libro físico hasta el electrónico, la empresa debe estar autorizada por el Instituto de Trabajo y Seguridad social, lo que implica hacer un registro previo y contar con una serie de equipos informáticos, entre los que están un lector de tarjetas inteligentes y conexión a internet.

Si tu presupuesto permite realizar la inversión, entonces puedes usar el libro electrónico, sin embargo, con el libro en papel es suficiente en la mayoría de los casos, especialmente cuando se trata de autónomos o pequeñas empresas.

¿Es obligatorio tener un libro de visitas?

La respuesta a esta pregunta es no. Actualmente no es obligatorio contar con un libro de visitas físico o electrónico. Desde el año 2017, el hecho de que las empresas o autónomos contasen con un libro de visitas dejó de ser de carácter obligatorio de acuerdo al decreto emitido para tal efecto por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Con la eliminación de este requisito es el inspector de trabajo quien debe registrar la visita y el resultado de la misma. De manera que se releva a la empresa de realizar un gasto extra. Claro está, si deseas tener en tu empresa un libro de visitas a manera de archivo interno, nadie te lo impedirá, pero no tendrá carácter legal.

Benchmarking: significado, definición y ejemplos

benchmarking

En un mercado empresarial tan competitivo, las empresas tienen que luchar entre sí para tener una mayor cantidad de clientes, mejorar sus productos y servicios, ser más productivos y elevar su calidad. Para esto aplican distintas estrategias y una de ellas es el benchmarking. Pero, ¿qué es benchmarking? ¿Qué se esconde tras este anglicismo?

En este artículo hablamos de esta importante herramienta para las empresas, su definición, características, tipos y ejemplos.

¿Qué es benchmarking? Definición

Diversos autores han escrito sobre el benchmarking y han puntualizado su definición. Uno de ellos es David T. Kearns, quien lo conceptualiza de la siguiente manera:

“Benchmarking es el proceso continuo de medir productos, servicios y prácticas contra los competidores más duros o aquellas compañías reconocidas como líderes en la industria.”

Por su parte, Bengt Kallöf y Svante Östblom, autores del libro Benchmarking, indican que se trata de un “proceso sistemático y continuo para comparar nuestra propia eficiencia en términos de productividad, calidad y prácticas con aquellas compañías y organizaciones que representan la excelencia”.

Si definimos de forma sencilla el benchmarking podemos decir que es un proceso continuo mediante el cual comparamos los procesos de nuestra empresa con los que realizan las compañías más reconocidas y eficientes del sector con el fin de mejorar nuestros productos y servicios. Obviamente esto debe estar acompañado de un estudio previo de las prácticas de la empresa que tomaremos como referencia.

Características del benchmarking

De todas las definiciones anteriores hay algunos datos básicos que podemos extraer como características principales del benchmarking, veamos cuales son:

  • Proceso continuo: no debe realizarse solo una vez y olvidarse, sino que cada cierto tiempo debe llevarse a cabo un estudio de benchmarking. Esto es sumamente importante, ya que las empresas e industrias están en un cambio constante y para adaptarse a dicho cambio desarrolla nuevas prácticas. Esto quiere decir que lo que hoy se considera la mejor forma de hacer las cosas, mañana puede que no lo sea.
  • Medición: el proceso de benchmarking implica medir los procesos propios y los de otras empresas referentes para poder compararlos.
  • Aplicable a todo el negocio: el benchmarking no es exclusivo de los procesos de producción, sino que puede aplicarse a todo el negocio, desde compras hasta los servicios posventa

Tipos de benchmarking

  • Interno: se aplica en grandes empresas para comparar las funciones o procesos similares que se llevan a cabo en dos o más departamentos.
  • Competitivo: consiste en comparar los procesos con los realizados por empresas consideradas competencia directa. Pero también se da cuando se toman como base los procesos de las compañías líderes del mercado.
  • Funcional: se trata de la comparación con empresas dedicadas a un área diferente, es decir, con aquellas que no sean competencia directa.

Ejemplo de benchmarking

La empresa pionera de la industria xerográfica mundial, Xerox, tenía hasta finales de los años setenta el monopolio en el negocio de equipos de fotocopiado e impresión. Pero con la llegada de los años 80 irrumpieron en Estados Unidos empresas japonesas que se convirtieron en su competencia.

Para salir de la crisis, la empresa decidió analizar a su filial japonesa Fuji – Xerox y tras el estudio y la comparación realizada se evidenció una enorme ineficiencia en todas las áreas que se estudiaron. Como resultado, la empresa reajustó sus objetivos y procedimientos para optimizar sus servicios y hacer frente a la competencia.

El ejemplo de Xerox es uno de los más notables; de hecho se considera que esta empresa fue la primera en aplicar el benchmarking en sus procesos. Pero no es la única, hay muchas otras empresas de renombre que han encontrado en esta herramienta el salvavidas que necesitaban.

En resumen, el benchmarking el benchmarking es una herramienta o estrategia que busca mejorar todos los ámbitos de un negocioes una herramienta o estrategia que busca mejorar todos los ámbitos de un negocio, con el objetivo de ayudarlo a posicionarse entre los mejores por su calidad y productividad.

Ratio de endeudamiento: qué es y cómo se calcula

ratio de endeudamiento

Para comprender en profundidad qué es el ratio de endeudamiento, comencemos definiendo qué entendemos por ratio. Este concepto no es más que la razón, la proporción o el coeficiente entre dos cantidades relacionadas entre sí.

En economía existen varios tipos de estas razones, que son conocidas como ratios financieros, los cuales son divisiones de ciertos valores cuyos resultados ayudan al análisis económico de una empresa determinada.

Los ratios financieros son realmente importantes, pues el resultado de estas sencillas divisiones arrojan valores contundentes que sirven para proyectar el éxito o fracaso de una empresa, y de acuerdo a ello tomar las decisiones pertinentes.

Los valores seleccionados para calcular un ratio financiero van a depender del tipo de análisis que los especialistas deseen realizar, sin embargo estos se basan principalmente en los balances o estados económicos de las empresas.

Un ratio muy relevante, y que en este caso es nuestro tema central, es el ratio de endeudamiento. Si nunca has escuchado hablar de él o tienes dudas al respecto, a continuación te mostramos todo lo que necesitas saber y entender sobre esta razón.

¿Qué es el ratio de endeudamiento?

En pablaras sencillas, un ratio de endeudamiento no es más que la razón financiera que proyecta el riesgo financiero que tiene una empresa frente a sus deudas. Es decir, que los ratios de endeudamiento sirven para calcular la magnitud de endeudamiento que tiene una empresa frente a la magnitud de los bienes que posee.

Al aplicar este coeficiente de endeudamiento, se pretende conocer si las deudas de la empresa son mayores o menores que los bienes que la conforman como tal. Otra manera de comprender el ratio de endeudamiento es viéndolo como el punto de comparación de las deudas que tiene la empresa con el patrimonio neto de la misma.

¿Cómo calcular el ratio de endeudamiento?

La fórmula del ratio de endeudamiento es muy sencilla, y no es más que la división entre los pasivos o deudas de la empresa y el patrimonio neto con el que esta cuenta. Los resultados de esta fórmula son arrojados en valores decimales.

Ratio de endeudamiento = Deudas/(Patrimonio neto)

Según el valor que arroje la aplicación de la fórmula del ratio de endeudamiento, se determinará cuál es la cantidad de dinero que bebe pagar la empresa y si esta sobrepasa o no su patrimonio.

En otras palabras se busca saber cuál en la cantidad de financiación con la que trabaja la empresa.

Ratio de endeudamiento: interpretación

Toda empresa en algún momento recurre a algún sistema de financiación que genera deudas, ya sea para la adquisición de nuevos bienes o para llevar a cabo una inyección de capital.

Gracias a los ratios de endeudamiento las empresas pueden controlar qué capital es propio y qué capital es ajeno, para de esta manera conocer la situación financiera de la misma y si cuenta con dinero propio suficiente para afrontar sus proyectos y, al mismo tiempo, hacer frente a la deuda.

Como dijimos anteriormente, los resultados de aplicar la fórmula de ratio de endeudamiento vienen dados en valores decimales, sin embargo pueden multiplicarse por 100 para obtener valores basados en porcentajes.

Si luego de aplicar la fórmula se obtiene un resultado de 50%, esto quiere decir que del 100% del capital de la empresa el 50% es resultado del financiamiento por parte de terceros.

Ratio de endeudamiento óptimo o aceptable

Determinar el ratio de endeudamiento aceptable es muy sencillo; solo tendrás que basarte en el resultado. El valor óptimo o aceptable del ratio de endeudamiento oscila entre 0.4 y 0.6, los cuales se interpretan de la siguiente manera:

  • Un valor inferior a 0.4 representa que la empresa no está usando o explotando adecuadamente sus recursos propios.
  • Después de 0.6 es una señal de alerta, que significa que la empresa se está endeudando más de lo debido con respecto a su capital neto.

Esperamos que esta información te sea de gran ayuda y te ayude a comprender de manera fácil uno de los ratios financieros de mayor importancia.

Cómo identificar oportunidades de negocio. Claves del éxito

Cómo identificar oportunidades de negocio

Todo negocio comienza con una idea. Una idea que el emprendedor es capaz de dar forma para convertir en un negocio rentable y viable en el tiempo. Sin embargo, son muchos los emprendedores que se estancan en esta primera fase. Y es que encontrar oportunidades de negocio no siempre es una tarea sencilla, sobre todo en un mercado tan congestionado como el actual.

En este sentido, son muchas las personas que se afanan sin éxito en encontrar una idea rentable desde un punto de vista comercial. Esta búsqueda es una parte fundamental del proceso de creación de una empresa, pero, ¿dónde podemos localizar ideas que funcionen y que no tengan demasiada competencia? ¿Por dónde debemos empezar? ¿Existe alguna clave que nos garantice la viabilidad de nuestra compañía?

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Anticipo de facturas: liquidez sin riesgo para tu empresa

anticipo de facturas

El anticipo de facturas es una de las diferentes formas de financiación que tienen las empresas, pymes y autónomos para conseguir liquidez a corto plazo. Al igual que ocurre con el descuento de pagarés, las compañías no necesitan endeudarse para financiar su actividad, ya que lo hacen aprovechando los derechos de cobro adquiridos por la venta de sus productos o de sus servicios.

Esta fórmula, cada día más utilizada por las pequeñas empresas, a menudo se confunde con el factoring, ya que en ambos casos hablamos del adelanto de facturas, ya sea total o parcial, por parte de una entidad financiera. Por ese motivo, conocer la diferencia entre anticipo de facturas y factoring nos puede ayudar a elegir el servicio que mejor se adapte a las necesidades de nuestra compañía.

Es por ello por lo que en este artículo vamos a tratar de analizar conceptos como qué es el anticipo de facturas, en qué se diferencia del factoring o cómo funciona este servicio. Dudas muy frecuentes que suelen surgir entre todo tipo de empresarios y autónomos a la hora de negociar el cobro por adelantado de sus facturas.

Qué es el anticipo de facturas: concepto y definición

Como venimos adelantando, podemos definir el anticipo de facturas como un servicio financiero que permite a las empresas cobrar de manera anticipada las facturas emitidas a sus clientes a cambio de un interés y de una comisión. La entidad financiera adelantará el dinero negociado con dicha compañía y pasará a ser la nueva propietaria del cobro de las facturas afectadas por la operación.

Este servicio permite a las pymes y autónomos conseguir liquidez a corto plazo aprovechando los beneficios de su propia actividad económica. Gracias al anticipo de facturas se puede solucionar un problema puntual de tesorería para hacer frente a pagos urgentes o cualquier tipo de inversión, sin riesgo de quedar en descubierto y sin necesidad de solicitar un minicrédito o un préstamo a corto plazo, cuyos intereses suelen ser bastante elevados.

Su funcionamiento es muy similar al del descuento de pagarés o a cualquier otro descuento de efectos, conceptos de los que ya hemos hablado en profundidad. Por ese motivo muchos empresarios hablan de este servicio como descuento de facturas. Sin embargo, en el caso del anticipo de facturas no se exige la existencia de un título de crédito emitido por el cliente, es decir, un pagaré, una letra de cambio o un cheque, por poner algunos ejemplos, sino que las propias facturas son más que suficientes para llevar a cabo la operación.

Diferencia entre anticipo de facturas y factoring

La diferencia con un descuento de efectos, como acabamos de ver, es muy evidente por el tipo de título, pero la línea se diluye mucho más si intentamos comprender las diferencias entre el anticipo de facturas y el factoring. Y es que, al fin y al cabo, el factoring también supone el pago por adelantado de las facturas presentadas por una empresa antes de su plazo de vencimiento.

Dicho esto, la principal diferencia reside en el número de facturas que componen la operación. Mientras que en el anticipo de facturas suele cederse únicamente una factura en particular, en el factoring lo habitual es ceder el derecho de varios títulos o, incluso, de un contrato completo. Lo más frecuente es optar por el factoring sin recurso para que sea la propia entidad financiera la que deba responder a un posible caso de impago por parte del deudor.

El factoring suele estar más limitado a grandes empresas que trabajan con grandes carteras, mientras que las pymes o los autónomos suelen optar por el anticipo de facturas como salida puntual a un problema de liquidez. Eso sí, el factoring también es una fórmula más que razonable para pequeñas empresas que tengan clientes de envergadura, ya que este tipo de deudores suelen pagar en plazos más dilatados, pero presentan una buena solidez financiera.

Similitudes con el factoring

Al igual que hablamos de diferencias también debemos hablar de similitudes. Al margen de que el procedimiento es muy similar, en ambos casos es necesaria la implicación de las tres mismas partes:

  • El cedente. La empresa o profesional que tiene los derechos de cobro y que cede dichos derechos a cambio del cobro por adelantado de la factura.
  • El factor. La entidad financiera que adelanta el pago de la factura a cambio de una comisión y de los derechos de cobro de la misma.
  • El deudor. Es decir, el cliente que tiene la obligación de pagar la factura una vez llegado el plazo de vencimiento.

anticipo de facturas

Cómo funciona el anticipo de facturas

Una vez conocidos los términos y conceptos de este servicio, el siguiente paso es definir cómo funciona el anticipo de facturas. Como hemos visto, en este tipo de operaciones hay tres partes implicadas, aunque sólo dos de ellas deberán actuar de manera activa. En este procedimiento podemos encontrar cuatro momentos muy diferenciados:

  • En primer lugar será la empresa, pyme o autónomo la que tendrá que contactar con la entidad financiera (una de las más conocidas es Gedesco) para solicitar el adelanto de dichos importes antes de su vencimiento.
  • A continuación comienza una fase de evaluación, por la cual la entidad financiera analizará el riesgo de la operación. Estudiará el nivel de solvencia de los deudores y también tratará de conocer la situación económica de la empresa que solicita el servicio. En función de dicha solvencia establecerá un nivel de riesgo y aplicará sus comisiones. Hay entidades que solicitan un pago por realizar esta evaluación.
  • El tercer paso será la negociación entre la empresa y la entidad financiera para llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes. Una vez pactado el porcentaje de comisión con dicha entidad, el cliente entregará las facturas originales y cederá los derechos de cobro.
  • Por último será necesario informar al deudor para que la operación sea 100% efectiva. Esto es así porque a partir de la firma será la entidad financiera la poseedora de los derechos de cobro y la que tendrá que reclamar dichos derechos en caso de impago.

Beneficios del anticipo de facturas

El anticipo de facturas, aunque supone renunciar a un porcentaje del montante total, tiene importantes ventajas para las pymes y autónomos. Los principales beneficios son básicamente tres:

  • Permite a las empresas conseguir liquidez inmediata y solucionar problemas de tesorería sin necesidad de esperar al plazo de vencimiento de las facturas.
  • Se fortalece el balance contable, ya que el capital se puede reinvertir de manera mucho más rápida.
  • Se reduce el riesgo de impago, ya que en el caso de el deudor sea insolvente, será la entidad financiera la que tendrá que reclamar las cantidades adeudadas.

Crear una empresa en Andorra, ¿merece la pena?

Crear una empresa en Andorra

Cada vez son más las empresas europeas que deciden establecer su sede en Andorra para beneficiarse de una fiscalidad más ventajosa, una alternativa más viable desde que en 2011 el Principado firmara una serie de acuerdos con países de nuestro entorno, entre ellos España, para salir de la lista negra de paraísos fiscales.

En ese año, las autoridades andorranas decidieron abrir la puerta al intercambio de información fiscal y llevaron a cabo una serie de medidas y reformas de gran calado para combatir el fraude y ganar en transparencia. Además de ofrecer información sobre los clientes con cuentas en bancos andorranos con procedimientos penales abiertos (también tributarios), el país pirenaico también decidió crear un sistema tributario similar al del resto de países de la Unión Europea y permitir la implantación de empresas de capital extranjero.

Tipos de sociedades en Andorra

Estos cambios normativos, que entraron en vigor entre 2011 y 2012, abrieron la puerta a que muchas empresas decidieran instalarse en este país, ya que hasta ese momento los inversores extranjeros no podían poseer más del 49% de las acciones de las empresas radicadas en su territorio (el 51% restante tenía que estar en posesión de otra persona o entidad local). Sin embargo, ahora una empresa foránea puede poseer el 100% del capital.

Si está interesado en crear una empresa en Andorra lo primero que debe conocer es el tipo de sociedades que existen en este país, a la postre muy similares a las que podemos encontrar en España. Básicamente son dos las sociedades por las que podemos optar:

  • Sociedad Limitada (S.L.) › Esta sociedad de responsabilidad limitada se puede constituir, al igual que en nuestro país, con un capital mínimo de 3.000 euros.
  • Sociedad Anónima (S.A.) › En este caso, el capital mínimo exigido para su constitución es de 60.000 euros.

Requisitos legales y residencia

Para poner en marcha una empresa en el principado se exigen unos requisitos muy similares a los de cualquier otro país europeo. Todas las sociedades con sede en su territorio deben tener un domicilio social en el país, así como un administrador, y todas son consideradas como residentes. Por tanto, se descarta el modelo de entidad offshore que tanto hemos oído en los últimos años en los medios de comunicación, sobre todo vinculadas a paraísos fiscales.

Tras los acuerdos de 2011, todas las compañías están obligadas a realizar declaraciones trimestrales y anuales de impuestos, al igual que en España, por lo que el control es mucho más exhaustivo que en otros tiempos. El modelo, como podemos ver, es muy similar al que se utiliza en nuestro país, tanto desde el punto de vista del tipo de sociedad como de la gestión fiscal.

Fiscalidad en Andorra

Después de los cambios económicos introducidos entre 2011 y 2012, como estamos analizando, Andorra se ha abierto al mundo con un modelo mucho más transparente y homologable al resto de Estados de la Unión Europea. Entonces, ¿por qué tantas compañías han puesto los ojos en este país para trasladar su domicilio social y su actividad?

La respuesta la tenemos que buscar en su fiscalidad, que se ha convertido en el verdadero reclamo. No en vano, el principado cuenta con un sistema impositivo mucho más bajo que el resto de países de nuestro entorno, por lo que ofrece transparencia, rigor en la supervisión, un modelo económico bien visto por la UE e impuestos muy bajos. Una combinación letal.

Veamos a continuación cómo es la carga impositiva en el país pirenaico:

  • Impuesto de sociedades › El máximo es de un 10% sobre los beneficios. Sin embargo, existe un impuesto reducido del 2% para empresas que desarrollen actividades como el comercio internacional, las inversiones y la financiación internacional o la gestión internacional de intangibles, como cánones (existen incluso casos en los que este impuesto es del 0%).
  • IVA › El impuesto sobre el valor añadido en Andorra es el más bajo de Europa, apenas del 4,5% (en España el tipo general es del 21%, es decir, 4,6 veces superior).
  • Tasas › Si sumamos todas las tasas que debe afrontar una empresa para llevar a cabo su actividad en Andorra la suma resultante rara vez superará los 800 euros. Esto incluye tasas municipales y gubernamentales y el pago a la cámara de comercio.
  • Seguros sociales › Este apartado es otro de los más interesantes si lo comparamos con nuestro país. Las costes por este concepto se sitúan en torno al 14%, cuando en España superan el 30%, lo que facilita de manera notable la contratación.

Por tanto, crear una empresa en Andorra permite reducir de manera sensible la carga impositiva derivada de la propia actividad y disminuir el coste laboral por encima del 10%. Un ahorro muy importante al que tenemos que sumar alquileres muy económicos y una presión municipal muy reducida.

Con todas estas ventajas, el país pirenaico se ha propuesto, sobre todo, atraer a compañías del sector tecnológico y start ups, que pueden beneficiarse de manera muy directa de este tipo de fiscalidad, tal y como señaló en 2016 el secretario de Estado para la Diversificación Económica de Andorra, Josep Maria Missé, a la Agencia EFE.

Ser autónomo en Andorra

El Principado no sólo ofrece un sinfín de atractivos para las sociedades que quieran implantarse en su territorio, sino también para los autónomos que quieran beneficiarse de una de las fiscalidades más bajas del continente. Eso sí, para ser autónomo en Andorra es obligatorio residir allí un mínimo de 183 días al año.

La cuota de autónomo ronda los 200 euros el primer año y 400 el resto, aunque con una serie de ventajas más que interesantes. Los primeros 24.000 euros no pagan ningún tipo de impuesto en concepto de IRPF, mientras que por encima de esa cantidad se sitúa entre el 5% y el 10%, una cantidad ínfima si tenemos en cuenta que en España el tramo máximo de IRPF es del 45%.

Para operar en Andorra como trabajador autónomo hay que cumplir con una serie de requisitos que van más allá de la residencia. A continuación los detallamos:

  • Obtener un permiso de trabajo y residencia. Para ello debemos tener un domicilio en el país y elaborar un plan de negocio que deje constancia del potencial de este territorio para este mercado.
  • Registrar el nombre comercial en el Comú d’Andorra la Vella.
  • Darse de alta en la Seguridad Social.
  • Recibir la autorización de la Administración y la licencia municipal de apertura.

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