En los términos legales, financieros y mercantiles es importante hablar de responsabilidad solidaria y subsidiaria. Estos conceptos no solo hacen referencia al titular de dicha responsabilidad, sino también a terceras personas.
Además, estas responsabilidades se establecieron para que ante determinadas acciones sancionables haya quien se haga cargo de las deudas, es decir, alguien que se haga responsable de hacer frente a las mismas.
A continuación vamos a intentar explicar qué es la responsabilidad solidaria, qué es la responsabilidad subsidiaria y qué diferencias hay entre ellas.
En este post podrás leer:
Qué es la responsabilidad solidaria
La responsabilidad solidaria implica que, ante una deuda, existe la responsabilidad y obligación de pagarla desde el primer momento que se solicitó el préstamo.
La deuda se puede extender a distintas personas relacionadas con el deudor principal pero debe ser aceptada voluntariamente por todos los involucrados.
A diferencia de la responsabilidad subsidiaria, no es necesario que el deudor principal falle en el cumplimiento del plazo para que la deuda se traspase a los deudores terceros. Es un hecho importante y que hay que tomar en cuenta en el momento de firmar un acuerdo voluntario.
La responsabilidad solidaria tiene la función de asegurar que las decisiones que se tomarán estarán sujetas a los derechos de cada individuo.
Qué es la responsabilidad subsidiaria
La responsabilidad subsidiaria es la obligación que tiene una parte con respecto al incumplimiento de un tercero, generalmente un deudor financiero. Aunque no haya causado la falta se ve en la obligación de responder ante el perjuicio que haya ocurrido.
Al no poder recaudar al titular, se traslada la obligación a aquellos que tienen deudas que pagar con él. Esto no significa que la deuda pasa a ser de estos, aunque sí se le puede reclamar tomando en cuenta la cantidad de dinero que estuviera pendiente en ese momento del proceso legal.
En el Código Civil, la responsabilidad subsidiaria solo obliga a abonar las deudas en el caso que el deudor no quiera afrontarlas, llegando así el plazo de vencimiento de la deuda.
Poniendo un ejemplo, cuando un funcionario público no paga una indemnización por negligencia profesional sería la administración quien tiene que llevar a cabo dicha deuda. Es decir, la responsabilidad subsidiaria solo existe en el caso que el deudor principal no pague.
Sin embargo, en otros ámbitos legales, la responsabilidad subsidiaria no solo es útil para cuando estamos en una posición de deudores, sino también la podemos utilizar para una gestión de cobros efectiva, es decir, en caso de que nos deban pagar alguna deuda y que haya habido un incumplimiento del plazo acordado, podemos tomar acciones legales.
¿Se pueden efectuar las dos a la vez?
Con respecto a sus diferencias, surge la interrogante, ¿se puede efectuar la responsabilidad Solidaria y la responsabilidad Subsidiaria a la vez?
La respuesta es sí.
Pongamos un ejemplo: En un préstamo con avales, los avalistas asumen la deuda en el caso de que el deudor principal falle en su cumplimiento, es decir, tienen una responsabilidad subsidiaria. También, pueden ser responsables solidarios porque pueden llevar a cabo acciones de cobro de manera indistinta.