Aunque a simple vista pagar tus deudas al mismo tiempo que consigues ahorrar dinero son conceptos contradictorios, lo cierto es que existen mecanismos con los que puedes llevar a cabo ambas necesidades. En este artículo te daremos algunos consejos para conseguirlo, aunque si necesitas ayuda personalizada, existen compañías especializadas en este tipo de servicios.
préstamos y financiación
Las mejores empresas de comparación de créditos rápidos
La solicitud de un crédito rápido puede convertirse en una opción muy interesante para conseguir liquidez a corto plazo. En la actualidad existen infinidad de compañías con las que podemos conseguir, en cuestión de minutos, desde apenas 100 euros hasta cantidades mucho más importantes.
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Las 5 mejores empresas de préstamos rápidos en Uruguay
En ocasiones, tanto las personas particulares como las pequeñas empresas y emprendedores necesitan de liquidez a corto plazo para afrontar sus obligaciones, realizar alguna inversión o, simplemente, darse algún capricho. En este contexto, los créditos rápidos pueden ser la mejor alternativa para conseguir la suma de dinero necesaria en cuestión de horas.
En este artículo vamos a analizar algunas de las mejores empresas de préstamos rápidos y fáciles que puedes encontrar en Uruguay. Todas ellas operan a través de internet y permiten realizar la petición desde la comodidad del sofá. A continuación vamos a profundizar en los puntos fuertes y débiles de cada una de estas compañías.
¿Dónde solicitar un préstamo rápido en Uruguay?
Crédito MILA
Esta compañía permite solicitar hasta 70.000 pesos, que se pueden devolver en un máximo de 24 cuotas mensuales. En su web solamente hay que seleccionar el monto y establecer las cuotas. El equipo de la empresa contactará con el interesado a través de Whatsapp o teléfono para solicitar la documentación necesaria. Garantizan una respuesta en menos de 24 horas. El dinero se puede extraer en cualquier Redpagos del país.
Este servicio está disponible para adultos de entre 21 y 75 años de edad, sin antecedentes de incumplimiento y una antigüedad laboral mínima de un año. Asimismo, hay que presentar constancia de ingresos mediante recibo de ingresos, así como constancia de domicilio.
TuTasa
En TuTasa es posible solicitar desde 3.000 a 200.000 pesos, con un número de cuotas mensuales que puede oscilar entre 3 y 24. Para solicitar un préstamo hay que ser mayor de 21 años y tener residencia permanente en Uruguay.
El primer paso es realizar la solicitud online presentando C.I. o pasaporte, un recibo de sueldo o constancia de ingresos y una factura a tu nombre con un máximo de tres meses de antigüedad. Si el préstamo es aprobado, podrás retirar el dinero en redes de cobranza o cuenta de banco. Los préstamos aprobados se pueden cobrar en cuestión de minutos mediante dichos procedimientos.
Pronto Uy
Pronto es una de las compañías más versátiles para la solicitud de un préstamo rápido, ya que se adapta a las necesidades del usuario. De hecho, está disponible online las 24 horas del día los 365 días del año para asesorar a sus clientes y realiza su oferta en apenas 30 segundos. Nada más completar el formulario web, sus profesionales estudian el caso y ofrecen una respuesta rápida con una oferta adaptada a cada persona.
Sus préstamos oscilan entre los $5.000 y los $300.000, cancelables en un máximo de 36 cuotas. Además, se puede realizar la solicitud únicamente con la cédula, lo que facilita los trámites. El dinero se puede retirar en efectivo en cuestión de minutos en sus propias sucursales o en Redpagos. Sin duda, una de las opciones más interesantes del mercado.
EfectivoClic
Esta firma permite solicitar préstamos personales online con una cantidad de entre 6.000 y 18.000 pesos, es decir, está especializada en créditos de pequeña cuantía para cubrir pequeños gastos. Su plazo de devolución oscila entre los 6 y los 18 meses. Eso sí, hay que tener en cuenta que la Tasa Efectiva Anual (TEA) puede moverse entre el 95% y el 140%, en función del monto y del plazo de devolución acordado.
Para realizar la solicitud hay que registrarse en su web con el nombre completo, el número de cédula y la fecha de nacimiento. También es posible ponerse en contacto con la empresa a través de Whatsapp, donde sus gestores te atenderán. El dinero se puede retirar en Redpagos o se puede ingresar en tu tarjeta prepago.
Rápido
En Rápido se puede solicitar un máximo de 150.000 pesos, que puedes devolver en 24 cuotas. Si prefieres una cantidad más baja, el préstamo mínimo es de $6.000, con un plazo de devolución de seis meses. La solicitud se realiza por internet adjuntando un recibo de sueldo para justificar los ingresos. También hay que cumplimentar el número de cédula de identidad y el teléfono o celular.
Con estos datos, el sistema ofrece al usuario la mejor oferta disponible, que puede ser aceptada en cuestión de minutos. El dinero se puede retirar en las sucursales de la compañía o en cualquier RedPagos.
Cómo saber si estoy en Asnef por internet
Formar parte del fichero Asnef puede tener consecuencias muy negativas para llevar cabo futuros proyectos personales o profesionales, ya que aparecer en esta lista negra te cierra muchas puertas al mundo de la financiación. Esto, definitivamente, resta oportunidades de adquirir un préstamo o crédito bancario, por mucho que algunas entidades ofrezcan préstamos y créditos con Asnef, ya que en estos casos las cantidades suelen ser pequeñas y sujetas a grandes intereses.
Llegados a este punto damos por hecho que sabes perfectamente qué es Asnef. Si no es así, te recomendamos leer antes dicho artículo para aclarar ideas. Recuerda que muchas empresas tienen acceso a este fichero propiedad de Equifax, ya sean bancos, otro tipo de entidades financieras o empresas de servicios.
Para las empresas anteriores es muy sencillo verificar si tu nombre está o no en la lista. Pero, ¿qué pasa cuando somos nosotros los que no tenemos la certeza de si aparecemos o no en el fichero Asnef? Y es que puede bastar el simple impago de una factura para que nuestros datos pasen a engrosar esta lista negra.
Cuando una persona forma parte de Asnef suele tener un número de referencia que le indica que tiene un puesto en la misma como consecuencia de una deuda no pagada. Dicha referencia ha sido recibida previamente vía correo, pero ¿y si no tenemos el número de referencia?
En el siguiente post vamos a responder tus dudas acerca de cómo saber si estás en Asnef con o sin número de referencia, así que te invitamos a que sigas leyendo.
Cómo saber si mi nombre aparece en Asnef
O lo que es lo mismo… Cómo saber si soy moroso gratuitamente. Veamos las opciones que existen:
Con número de referencia
Muchos se preguntan cómo saber si estoy en Asnef con DNI, pero si tienes un número de referencia en tu poder no necesitarás nada más. Si ya tienes dicho número quiere decir que te llegó una carta en la que se te notificó una incidencia relacionada con una deuda. Esto, de manera inexorable, implica que estás en Asnef.
Pero si la notificación te ha pillado por sorpresa y quieres verificar la información, el procedimiento es sencillo. Debes ingresar vía internet a la plataforma de Equifax, empresa a la que pertenece la lista de morosidad, e ingresar el número de referencia que te fue suministrado, así como tu NIF. En el caso de las empresas, se debe elegir la opción Asnef Empresas e introducir el CIF junto al número de referencia.
Una vez introducido el número de referencia el sistema mostrará tu nombre en la lista Asnef y los motivos de la incorporación. A través del sistema en línea de Equifax, no solo podrás verificarte en Asnef sino también en RAI, otro de los conocidos como ficheros de morosos.
Sin número de referencia
Si por el contrario no cuentas con un número de referencia pero no tienes la seguridad de no figurar en la lista, y deseas acceder a algún beneficio crediticio, hay un camino que debes seguir para comprobarlo.
Primeramente debes contactar -vía correo electrónico o postal- con las oficinas de Equifax, que como ya te hemos mencionado, es la empresa a la que pertenece el fichero Asnef. Puedes hacerlo a través del mail sac@equifax.es o de la dirección: apartado de correos 10.546, Madrid 28080.
Ellos podrán facilitarte la información pedida, pero previamente tendrás que hacer una solicitud formal ante su entidad. Para ello debes redactar una carta de solicitud dirigida al personal de Equifax, en la que se requiere información acerca de si tu nombre aparece en la lista de morosidad.
Dicha carta debe estar claramente datada con el día exacto de la solicitud y debe estar firmada por el solicitante, además dentro del contenido se debe facilitar una dirección de correo electrónico a la cual se hará llegar la información solicitada. La misiva debe ir acompañada de la copia de algún documento de identidad (DNI, carnet de conducir, NIE o CIF en caso de ser una empresa).
¿Es posible saber si estoy en Asnef por internet gratis?
En los dos casos expuestos anteriormente la información te será suministrada de forma gratuita y sin inconvenientes. Debes mantener los ojos muy abiertos ante ofertas engañosas, que te exigen cierta cantidad de dinero por verificar una información que es totalmente gratis. Recuerda que estás en todo tu derecho a confirmar la información de tus deudas sin costo alguno.
Si finalmente has descubierto que tu nombre está incluido en el fichero, en este otro artículo te contamos cómo salir del Asnef.
¿Dónde encontrar socios inversores para mi proyecto?
A menudo los emprendedores no disponemos de los recursos financieros necesarios para poner en marcha un proyecto. Buscar socios inversores y, en definitiva, financiación, es el aspecto menos agradable de un emprendimiento, aunque sigue siendo uno de los más importantes.
Antes de entrar a fondo en el artículo te recomendamos otros post que te pueden interesar, como este en el que analizamos diferentes alternativas a los bancos para la financiación de pymes y autónomos.
Un préstamo participativo puede ser una buena idea, así como buscar business angels (o inversores privados) que te ayude a arrancar. Por supuesto, el crowdfunding y el crowdlending son dos muy buenas opciones en función del tipo de negocio.
Lo primero es saber lo que necesitas
Tu plan de empresa ha de ser muy meticuloso y lo más preciso posible. Incluye todos los gastos de constitución y puesta en marcha, sin olvidar incluir todos los gastos mensuales y partidas para imprevistos. Una vez terminado deberías poder contestar a estas preguntas con un número exacto de euros.
- ¿Cuánto dinero necesito para poner en marcha mi proyecto?
- ¿Cuánto dinero necesito hasta conseguir los primeros ingresos?
- ¿Cuánto dinero necesito en mi flujo de caja durante el primer año?
- ¿De cuánto dinero dispongo?
- ¿Que cantidad de dinero necesito buscar?
No dudes en pedir ayuda si lo necesitas a un asesor, a tu agente de desarrollo local, en cualquier punto de activación empresarial de tu Ayuntamiento o a ese amigo tuyo economista. Asegúrate de que los números son realistas y tu plan es coherente.
Prepara tu presentación para los socios inversores
Con nuestras necesidades presupuestadas y teniendo clara su viabilidad prepararemos un breve documento explicando nuestro proyecto, su modelo y su plan de negocio. Escueto y claro. Debe captar la atención desde el primer segundo, que atrape y enamore. Ya habrá tiempo después de dar detalles. Ahora es momento de seducir y de mostrar los beneficios que obtendremos con nuestra propuesta de valor para solucionar los problemas de los usuarios. Haz que entre por los ojos y por el corazón.
Prepara este documento en diversos formatos: PDF, presentación, vídeo…, y llévalo siempre encima en diferentes soportes: smartphone, tablet, pen drive… Lo tendrás disponible para mostrar en cualquier momento y situación.
Diseña tu Elevator Pitch y conviértelo en tu frase favorita. Tenlo a punto para cualquier situación.
Selecciona a los socios inversores
Una vez terminada nuestra impactante presentación, ya podemos identificar aquellos inversores a los que puede resultarles más tentador nuestro proyecto.
Empezaremos por nuestro círculo más cercano: la familia. Padres, hermanos, abuelos… pueden hacerte un préstamo con las mejores condiciones del mercado. Sondéalos y haz una lista con su disponibilidad a participar y en qué cuantía.
Amigos y conocidos también pueden ser una buena fuente de financiación. Acude a reuniones o eventos y no pierdas la oportunidad de hablar de tu proyecto con todas aquellas personas a las que creas que les puede interesar.
Hay gente dispuesta a dejarte sus ahorros si les resulta rentable. ¿Quiénes son? Identifica aquellos con más posibilidades de inversión y prepara encuentros personales con ellos para ofrecerles tu proyecto. ¡Con todos! No descartes a nadie hasta que no te diga que no de forma explícita.
¿Necesitas un departamento de programación o financiero? ¿Necesitas diseños para la web? Si tu proyecto requiere además formar equipo, busca socios que aporten parte del capital y las habilidades o talentos que te complementan.
Debes pensar lo siguiente:
- ¿Qué socios serían estratégicos para tu proyecto?
- ¿A quién te gustaría tener en tu equipo?
- ¿Qué personas estarían dispuestas a invertir su dinero y su talento en tu proyecto?
Con nuestra lista en la mano concertaremos las entrevistas para presentar nuestra oportunidad de negocio y desarrollo profesional a los posibles socios.
Llega el momento de los inversores profesionales y plataformas de financiación colectiva. Los hay especializados en diferentes sectores: TIC´s, Renovables, e-commerce… Selecciona a tus inversores ideales, aquellos interesados en tu sector y tu modelo. Por sus manos pasan cientos de ideas y proyectos. Están acostumbrados a oír algo como “la mejor idea del mundo” en cada uno de ellos. Busca impactar y sobre todo enamorar.
Te dejamos algunas claves para presentar tu proyecto a un inversor que te pueden ayudar en este momento.
Para que puedas hacer la selección de tus posibles inversores hemos elaborado una pequeña lista. Hay muchos más. Si conoces alguna que no está, por favor deja un comentario para que todos puedan acceder. Gracias por tu ayuda.
Sitios en los que buscar socios y financiación
- InnoBan
- Ángeles inversionistas
- AEBAN
- Socios inversores
- Emprende Capital
- Sociedades de capital riesgo
- Inverem
- Businessinfact
- First Tuesday
- Ashoka (Emprendedores sociales)
- SeedRocket
- Cink-Emprende
- DAD (Digital Assets Devployment)
- Lánzanos
- Emprendelandia
- Nestarter
- Bihoop
- Verkami (Proyectos artísticos)
Si te decides por un préstamo puedes optar a varias convocatorias oficiales de ayuda, como las de ENISA (Empresa Nacional de Innovación). Hablaremos sobre este tipo de financiación y sobre ayudas al emprendimiento en otro post. Hay muchas opciones
Estudia todas las posibilidades y decídete por aquellos socios inversores que mejor se adapten a ti y al momento en el que te encuentras. Ya tienes una visión general. Ahora te toca actuar y comenzar a buscar la mejor financiación para tu proyecto. A tu medida.
Deudores y acreedores, ¿qué son? ¿En qué se diferencian?
Dentro del mundo de las finanzas y las relaciones de comercio, podemos encontrar a personas o individuos que juegan un rol especifico. En este caso, el deudor es quizás uno de los conceptos más recurrentes y básicos que existen actualmente en cuanto a contratos o préstamos de dinero de parte de cualquier agencia certificada.
A continuación, conoceremos algunas definiciones más relevantes en cuanto a este concepto específico, como también su relación con el acreedor, tipos de deudores, características… entre otros aspectos que son importantes para conocer su impacto dentro de cualquier préstamo o crédito.
Qué es un deudor: definición
En líneas generales, un deudor es una compañía o individuo que debe dinero. Si la deuda es en forma de préstamo de una institución financiera, se hace referencia al deudor como prestatario, y si la deuda es en forma de valores, como los bonos, se hace referencia al deudor como emisor. Legalmente, alguien que presenta una petición voluntaria para declararse en bancarrota también es considerado un deudor.
Excepto en ciertas situaciones de bancarrota, los deudores pueden priorizar el pago de sus deudas como deseen, pero si no cumplen con los términos de su deuda, pueden enfrentar cargos y penalizaciones, así como una caída en su puntaje de crédito. Además, el acreedor puede llevar al deudor a juicio por el asunto. Esto puede conducir a gravámenes.
Una de las consecuencias directas de deber dinero es que es muy probable que nuestro nombre pase a formar parte de algún archivo de morosos, como Asnef (leer qué es Asnef). Si es tu caso, en estos otros artículos te explicamos cómo saber si estoy en Asnef por internet y cómo salir de Asnef sin pagar.
Relación entre deudor y acreedor
Las relaciones informales acreedor-deudor se desarrollan entre empresas, de la misma manera que se extienden entre individuos. Las compañías pueden y a veces lo hacen, llegar a otras compañías con cortesías, gratitud, obligaciones, respeto y asistencia de muchos tipos.
Sin embargo, la característica que define las relaciones formales acreedor-deudor discutidas en este artículo es la existencia de un acuerdo (o contrato) legalmente vinculante.
Hablamos de relaciones formales en estos supuestos:
- Los bancos que otorgan préstamos a individuos o empresas se convierten en sus acreedores en una relación formal legalmente vinculante.
- Los comerciantes que venden bienes y servicios a crédito, o con una factura pagadera en una fecha futura, se convierten en acreedores legales de sus clientes.
- Las empresas pueden prestar fondos a clientes u otras empresas en forma de documentos por pagar. Un documento por pagar representa una relación acreedor-deudor legalmente vinculante.
- Cualquier compra de una parte a otra representa una relación acreedor-deudor legalmente vinculante cuando ambas partes firman un contrato legal para la venta.
Ejemplos de deudores
Las empresas que emiten bonos son quizás los deudores más conocidos. Deben proporcionar a sus tenedores de bonos pagos fijos de intereses y capital en fechas específicas y, en algunos casos, deben estar dispuestos a convertir esa deuda en capital en proporciones específicas o a pagar la deuda antes de que ocurran ciertos eventos.
Sin embargo, también se puede exigir a un deudor que realice determinadas tareas o incluso que se abstenga de realizar determinadas acciones. Cuando un deudor incumple sus obligaciones, a veces se le considera en mora.
Obligaciones del deudor
Los deudores están sujetos a obligaciones contractuales. Como tal, si no cumplen con sus obligaciones, los acreedores suelen tener derecho a recurrir a los tribunales.
Una cantidad significativa de daños a la reputación también puede ocurrir cuando una entidad, especialmente una compañía pública, no cumple con sus obligaciones. En algunos casos, incluso la especulación de que un deudor podría no cumplir con sus obligaciones puede hacer que el precio de sus acciones baje y que sea muy difícil obtener financiación u otra ayuda más adelante.
Tipos de deudores según el riesgo
Usualmente un deudor es clasificado mediante el riesgo que este mismo supone para el acreedor, es decir, se mide el tiempo estimado en el que podrá pagar la deuda, o si podrá hacerla en ultima instancia. Los bancos y agencias de seguros (o cualquier entidad de prestamos en general) utilizan esta metodología para evitar perdidas y entrar en asuntos legales más allá de sus necesidades.
En la mayoría de los países las clasificaciones se miden de la siguiente manera:
- Riesgo Nivel 0: Este nivel de riesgo es el menor, indica que no existe un riesgo visible en donde el deudor no pueda pagar el dinero prestado. Se hacen estudios previos para analizar la cantidad de ingresos en un tiempo determinado, también si este mismo posee un puesto de trabajo fijo, como también una calidad de crédito positiva.
- Riesgo Nivel 1: En este nivel se pueden apreciar algunas variaciones, en donde podemos ver que el deudor posee algunas pequeñas dificultades referentes a su ingreso neto de dinero y estabilidad económica en general, sin embargo, aún es hábil para optar por un crédito con ciertas restricciones.
- Riesgo Nivel 2: Este nivel de riesgo es bastante delicado, ya que los estudios en este caso señalan una estabilidad economía por parte del deudor que no se encuentra dentro de los niveles de trabajo de la agencia prestamista, es decir, no cumple los requisitos mínimos para un préstamo. Aun puede pedir un préstamo, pero propicia un riesgo de perdida de dinero bastante alta.
Acreedor: ¿quiénes son acreedores y deudores?
Un acreedor es uno de los personajes más influyentes dentro de un proceso de transferencia de dinero, en donde ambas partes deben generar acuerdos necesarios con el fin de dar legalidad a cualquier acción financiera. Este modelo se encuentra presente en cualquier entidad de este tipo, como bancos o agencias de seguro.
A continuación, conoceremos algunos de los elementos más importantes acerca de lo que este tipo de accionistas financieros sugieren al momento de presentarse una transferencia de dinero, como sus conceptos, tipos, entre otros.
Qué es un acreedor: significado
Un acreedor es un término utilizado en la contabilidad para describir a una entidad (puede ser una persona, una organización o un organismo gubernamental) a la que se le debe dinero, ya que ha suministrado bienes o servicios a otra entidad.
A veces, esta entidad cobrará intereses sobre el dinero prestado como una forma de generar beneficios. Estos podrían ser intereses sobre el pago de préstamos bancarios o pagos de tarjetas de crédito.
Ejemplos de acreedores:
- Acreedores comerciales: dinero que usted debe a los proveedores.
- Préstamo de un banco o entidad.
Un acreedor, como decimos, podría ser un banco, un proveedor o una persona que ha proporcionado dinero, bienes o servicios a una empresa y espera que se le pague en una fecha acordada. En otras palabras, la empresa debe dinero a sus acreedores y los importes deben consignarse en el balance de la empresa como un pasivo corriente o como un pasivo no corriente (o a largo plazo).
Vemos que la relación entre acreedor y deudor es bastante similar a la relación que podemos apreciar entre cliente y proveedor, ya que cualquier individuo puede ser tanto un proveedor como un cliente, de tal manera que un deudor puede ser un acreedor al mismo tiempo y viceversa.
Los montos totales dirigidos a estos entes son reportados en un balance general de compañías o empresas como “pasivos”. La gran mayoría de estos montos totales son informados y clasificados en dos grupos principales: pasivos no corrientes (o también denominados a largo plazo) y pasivos corrientes.
Tipos de acreedores
Existen tres tipos diferentes de acreedores. Son los siguientes:
- Acreedores garantizados: Una persona que tiene una hipoteca, gravamen, carga, prenda o privilegio contra un activo de la persona en bancarrota como garantía de una deuda pendiente. Este tipo de acreedor generalmente no se ve afectado por una bancarrota o propuesta.
- Acreedores sin garantía: Estos acreedores tienen derecho a los bienes restantes después del pago de los acreedores garantizados. Muchas deudas como tarjetas de crédito, líneas de crédito personales o sobregiros caen dentro de esta categoría. A estos acreedores no se les garantiza el reembolso.
- Acreedores Preferidos: Aunque los acreedores preferentes no están garantizados, se les paga primero. Los gastos funerarios en el caso de una persona fallecida en bancarrota son generalmente un reclamo preferido. Esto también incluye salarios no pagados, comisiones, remuneraciones de un empleado de un deudor y obligaciones de mantener a un cónyuge o a un hijo.
Veamos algunos ejemplos…
Algunos acreedores, como bancos y otros prestamistas, han prestado dinero a la compañía y requerirán que la compañía firme un pagaré por escrito por la cantidad adeudada. Cuando se requiere un pagaré, la compañía que pide prestado el dinero registrará y reportará la cantidad adeudada como Pagarés por Pagar.
Si el acreedor es un vendedor o proveedor que no requirió que la compañía firmara un pagaré, es probable que el monto adeudado sea reportado como Cuentas por Pagar o Pasivos Acumulados.
Otros acreedores incluyen a los empleados de la compañía (a los que se les deben salarios y bonificaciones), a los gobiernos (a los que se les deben impuestos) y a los clientes (que hicieron depósitos u otros pagos anticipados).
Algunos acreedores se denominan acreedores garantizados porque tienen un gravamen inscrito sobre algunos de los bienes de la empresa. Un acreedor sin un gravamen (u otro reclamo legal) sobre los activos de la compañía es un acreedor no garantizado.
Relación deudor-acreedor
Cuando se habla de deudor y acreedor se hace referencia a la relación existente entre dos personas, en la que una, el deudor, puede ser obligado a prestar servicios, dinero o bienes a la otra, el acreedor. Esta relación puede ser creada por el hecho de que el deudor no pague daños y perjuicios a la parte lesionada o no pague una multa a la comunidad; sin embargo, la relación generalmente implica que el deudor ha recibido algo del acreedor, a cambio de lo cual el deudor ha prometido hacer el pago en un momento posterior.
Si el deudor no hace el pago dentro de la fecha límite o dentro de un plazo comercialmente viable, y si los esfuerzos rutinarios de cobro de deudas resultan infructuosos, entonces un abogado puede comenzar un proceso formal de cobro. A veces es posible embargar la propiedad, los salarios o la cuenta bancaria del deudor como medio para forzar los pagos.
Qué es una letra de cambio: definición y ejemplo
Letra de cambio: concepto: Una letra de cambio es un título de crédito o un documento mercantil que implica una obligación de pago de una cantidad de dinero una vez finalizado un plazo establecido en el mismo. En este título intervienen varias personas, físicas o jurídicas, que van desde el acreedor hasta el beneficiario, pasando por el deudor, figuras que analizaremos más en detalle a continuación.
Uno de los aspectos más interesantes de una letra de cambio es que el tomador puede transferir su derecho de cobro a un tercero, es decir, este tipo de documento puede transmitirse por endoso para conseguir liquidez a corto plazo, del mismo modo que puede hacerse con un pagaré para obtener financiación utilizando la propia actividad de la empresa. No en vano, estos títulos suelen ser fruto de una actividad comercial, como la compraventa.
Responsabilidad solidaria y subsidiaria, ¿son lo mismo?
En los términos legales, financieros y mercantiles es importante hablar de responsabilidad solidaria y subsidiaria. Estos conceptos no solo hacen referencia al titular de dicha responsabilidad, sino también a terceras personas.
Además, estas responsabilidades se establecieron para que ante determinadas acciones sancionables haya quien se haga cargo de las deudas, es decir, alguien que se haga responsable de hacer frente a las mismas.
A continuación vamos a intentar explicar qué es la responsabilidad solidaria, qué es la responsabilidad subsidiaria y qué diferencias hay entre ellas.
Qué es la responsabilidad solidaria
La responsabilidad solidaria implica que, ante una deuda, existe la responsabilidad y obligación de pagarla desde el primer momento que se solicitó el préstamo.
La deuda se puede extender a distintas personas relacionadas con el deudor principal pero debe ser aceptada voluntariamente por todos los involucrados.
A diferencia de la responsabilidad subsidiaria, no es necesario que el deudor principal falle en el cumplimiento del plazo para que la deuda se traspase a los deudores terceros. Es un hecho importante y que hay que tomar en cuenta en el momento de firmar un acuerdo voluntario.
La responsabilidad solidaria tiene la función de asegurar que las decisiones que se tomarán estarán sujetas a los derechos de cada individuo.
Qué es la responsabilidad subsidiaria
La responsabilidad subsidiaria es la obligación que tiene una parte con respecto al incumplimiento de un tercero, generalmente un deudor financiero. Aunque no haya causado la falta se ve en la obligación de responder ante el perjuicio que haya ocurrido.
Al no poder recaudar al titular, se traslada la obligación a aquellos que tienen deudas que pagar con él. Esto no significa que la deuda pasa a ser de estos, aunque sí se le puede reclamar tomando en cuenta la cantidad de dinero que estuviera pendiente en ese momento del proceso legal.
En el Código Civil, la responsabilidad subsidiaria solo obliga a abonar las deudas en el caso que el deudor no quiera afrontarlas, llegando así el plazo de vencimiento de la deuda.
Poniendo un ejemplo, cuando un funcionario público no paga una indemnización por negligencia profesional sería la administración quien tiene que llevar a cabo dicha deuda. Es decir, la responsabilidad subsidiaria solo existe en el caso que el deudor principal no pague.
Sin embargo, en otros ámbitos legales, la responsabilidad subsidiaria no solo es útil para cuando estamos en una posición de deudores, sino también la podemos utilizar para una gestión de cobros efectiva, es decir, en caso de que nos deban pagar alguna deuda y que haya habido un incumplimiento del plazo acordado, podemos tomar acciones legales.
¿Se pueden efectuar las dos a la vez?
Con respecto a sus diferencias, surge la interrogante, ¿se puede efectuar la responsabilidad Solidaria y la responsabilidad Subsidiaria a la vez?
La respuesta es sí.
Pongamos un ejemplo: En un préstamo con avales, los avalistas asumen la deuda en el caso de que el deudor principal falle en su cumplimiento, es decir, tienen una responsabilidad subsidiaria. También, pueden ser responsables solidarios porque pueden llevar a cabo acciones de cobro de manera indistinta.
Préstamo participativo, ¿qué es y cuáles son sus ventajas?
Cuando un emprendedor decide constituir su propia empresa o ampliar la que ya ha formado, en muchas ocasiones necesita dinero para llevar su proyecto a buen término. La buena noticia para ellos, y quizás para ti, es que existe una opción de financiación cómoda y flexible; se trata del préstamo participativo, al que se puede acceder sin mayores inconvenientes.
Si continúas leyendo este artículo sabrás qué es un préstamo participativo, cuáles son sus características y principales ventajas.
Pero si quieres otras opciones, puede que te interese conocer las 7 alternativas a los bancos para la financiación de pymes y autónomos que encontrarás en el enlace anterior. También podría interesarte profundizar en conceptos como el crowdfunding y el crowdlending o préstamo entre particulares.
Qué es un préstamo participativo
Un préstamo participativo es un crédito especial al que pueden acceder únicamente las empresas y que tiene como característica primordial el hecho de que la entidad que otorga el préstamo (prestamista) participa de los beneficios que reciba la empresa receptora (prestatario).
A este tipo de préstamo se le considera un instrumento financiero intermedio entre el capital social y un préstamo a largo plazo.
Por lo general, los préstamos participativos se otorgan con el fin de apoyar la creación de proyectos empresariales viables encabezados por emprendedores y que estén enfocados en su crecimiento y consolidación.
Si bien en la mayoría de los casos son otorgados por instituciones públicas creadas para apoyar a los emprendedores y pequeños empresarios, también pueden ser tramitados en organismos privados de financiación.
Características del préstamo participativo
A continuación destacamos tres de las principales características de un préstamo participativo.
- Interés fijo: Cuando se formaliza el contrato de préstamo, la entidad prestamista establece una tasa de interés fijo con el fin de cubrir la inflación o el coste de oportunidad; y el cual no depende del funcionamiento ni los resultados de la empresa. No obstante, el valor de este interés es considerado simbólico porque la ganancias del prestamista dependerán de los resultados de la empresa.
- Interés variable: Esta tasa de interés se relaciona con el funcionamiento y evolución de la empresa (por lo tanto no siempre es el mismo) pero viene acompañado de valores mínimos y máximos. De acuerdo con el reglamento que regula los préstamos participativos, como criterio para determinar la evolución de la empresa se puede tomar el beneficio neto, el volumen de negocio, el patrimonio total o cualquier otro que libremente acuerden ambas partes.
- Amortización anticipada: Los préstamos participativos únicamente pueden ser amortizados de forma anticipada si la amortización se compensa con una ampliación de capital cuyo importe sea similar al del préstamo. De igual manera, cuando se establece el contrato las partes convienen una clausula penalizadora para aquellos casos en los que se produzca una amortización anticipada.
Principales ventajas
Destaquemos ahora algunas de las ventajas de los préstamos participativos por encima de otros tipos de créditos.
- Aunque el préstamo participativo debe acordarse por escrito no es obligatorio presentarlo en notaría, en consecuencia, no hace falta perder tiempo ni dinero en trámites burocráticos.
- No se necesitan gran cantidad de requisitos, en ocasiones solo es necesario un informe donde se presente la empresa y sus planes de crecimiento.
- La devolución del dinero prestado depende de los resultados de la empresa que lo ha recibido.
- Largos períodos de carencia y amortización. Por poner solo un ejemplo, algunas entidades de financiación conceden 7 años de carencia.
Con esta información ya debes tener claro qué es un préstamo participativo y por qué son cada vez más los emprendedores que acuden a ellos para llevar adelante sus negocios. Si decides solicitar uno en España puedes hacerlo a través de la Empresa Nacional de Innovación (ENISA) o de alguna otra entidad pública o privada del país.