Qué es el payback: fórmula para calcularlo

En el acelerado y competitivo mundo empresarial, tomar decisiones financieras inteligentes es esencial para el éxito y la supervivencia de cualquier empresa. Uno de los conceptos más importantes y ampliamente utilizados para evaluar inversiones es el “payback” o plazo de recuperación.

Este criterio se ha popularizado gracias a su sencillez, practicidad y facilidad de cálculo, proporcionando a los gestores una herramienta efectiva para determinar cuándo una inversión se convertirá en rentable.

¿Qué es el payback?

El payback, que significa literalmente “retorno” en el ámbito empresarial, se refiere al tiempo que lleva recuperar la inversión inicial realizada en un proyecto, a través de los flujos de caja netos generados por esa inversión. En otras palabras, representa el lapso de tiempo que transcurre desde que los ingresos acumulados igualan el montante total invertido. Esta métrica resulta crucial para conocer cuándo una inversión comienza a generar beneficios reales para la empresa.

De manera más técnica, el payback representa el tiempo que transcurre desde que se realiza la inversión inicial hasta el momento en que los rendimientos acumulados por ese proyecto igualan el valor de dicha inversión. En otras palabras, el payback proporciona al gestor una estimación de cuánto tiempo tomará para que recupere la cantidad de dinero invertida inicialmente.

Es importante mencionar que el período de payback no siempre es corto, ya que dependerá del valor de la inversión realizada y del tipo de negocio en cuestión. En general, el retorno de la inversión se produce dentro de meses o años, y este indicador ofrece una visión del plazo aproximado en el que se recupera el capital invertido.

El concepto de payback está estrechamente relacionado con otros indicadores financieros utilizados en la toma de decisiones empresariales, como el ROI (Retorno sobre Inversión), que representa el porcentaje del retorno obtenido respecto a la inversión inicial. También se vincula con el VPL (Valor Presente Líquido), que refleja el valor acumulado del flujo de caja y se utiliza para un cálculo más preciso del payback. Además, está relacionado con la TIR (Tasa Interna de Retorno), que indica la tasa de interés a la cual el VPL se vuelve igual a cero.

El payback, junto con estos otros indicadores, es una herramienta valiosa para los gestores y empresarios, ya que les permite evaluar la rentabilidad y el plazo de recuperación de sus inversiones. Al tener una visión clara del tiempo estimado para recuperar la inversión, los responsables pueden tomar decisiones más informadas y estratégicas para el crecimiento y éxito de su empresa.

Payback: fórmula de cálculo y ejemplo

Calcular el payback es una tarea relativamente sencilla y se basa en una fórmula básica:

Payback (PB) = Inversión inicial / Resultado promedio del flujo de caja

Tomemos un ejemplo práctico para comprenderlo mejor: imaginemos un proyecto con una inversión inicial de 60.000 € y un flujo de caja neto mensual que arroja un promedio de 5.000 €. Aplicando la fórmula, obtendríamos que el payback o plazo de recuperación sería de 12 meses. En otras palabras, este proyecto tardaría un año en recuperar completamente el capital invertido.

Sin embargo, es importante destacar que el cálculo del payback no está exento de dificultades, especialmente en lo que respecta a la estimación del flujo de caja. Los flujos de caja de un proyecto son esencialmente las entradas y salidas de dinero que se esperan mensualmente. Dado que estos flujos aún no se han materializado al momento del cálculo, el payback se basa en estimaciones y proyecciones.

Ventajas e inconvenientes

Una de las principales ventajas del payback es su simplicidad y aplicabilidad universal. Se puede utilizar para evaluar cualquier tipo de proyecto, independientemente de su complejidad o envergadura. Además, proporciona una visión aproximada del nivel de liquidez del negocio y del riesgo involucrado, lo que lo hace especialmente relevante para proyectos con alta incertidumbre o vida limitada. En momentos de crisis y volatilidad económica, el payback se convierte en un recurso valioso para aumentar la seguridad en las decisiones de inversión.

Sin embargo, también hay inconvenientes asociados al uso del payback. La dificultad para estimar con precisión los flujos de caja futuros, sobre todo cuando no existen datos históricos de proyectos similares, representa un desafío. Esta dificultad aumenta a medida que se consideran períodos más largos, donde factores como la inflación pueden distorsionar la precisión del cálculo. Por lo tanto, el payback puede no ser la herramienta más adecuada para proyectos a largo plazo o cuando la información disponible es limitada.

A la hora de elegir entre diferentes proyectos de inversión, es común que los responsables se inclinen por aquellos que tienen un payback menor, es decir, aquellos que permiten recuperar la inversión más rápidamente. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que el payback no considera el momento en el que se reciben los flujos netos de caja, lo que puede influir en la decisión. Además, esta métrica no considera los flujos netos de caja generados después de que se recupere la inversión inicial, lo que podría llevar a una elección subóptima en términos financieros.

En conclusión, el payback o plazo de recuperación es una herramienta valiosa para evaluar inversiones en el mundo empresarial, gracias a su simplicidad y aplicabilidad universal. Sin embargo, su uso debe realizarse con precaución y en conjunto con otras métricas y análisis financieros para tomar decisiones informadas y estratégicas. Con una comprensión adecuada del concepto y sus limitaciones, los gestores podrán tomar decisiones más sólidas y rentables para el crecimiento y éxito de sus empresas.