La figura del compliance officer se ha puesto de moda en el mundo de la empresa después de demostrar su efectividad en el sector de las finanzas o en la industria farmacéutica. Estos entornos, fuertemente regulados, pronto vieron necesaria la incorporación de profesionales cualificados que se encargaran de asegurar que todas las operaciones se realizaban dentro del marco legal.
El compliance officer, que podríamos traducir como oficial de cumplimiento normativo, se ha convertido en una importante salida profesional para muchos abogados. En la actualidad es considerado una pieza importante dentro del entorno corporativo, participando en la toma de decisiones empresariales con el fin de de ejecutar medidas de prevención y riesgo legales.
Por tanto, podemos definir el compliance officer como el responsable de supervisar el cumplimiento de todas las normas dentro de un sector profesional. Como dijimos anteriormente, aparece por primera vez en el área de las finanzas, muy exigente en la parte de normativas. Bajo sus hombros recae el encargo de evitar cualquier responsabilidad penal para su compañía.
Compliance officer: funciones
Las principales funciones del compliance officer pasan por la identificación de riesgos. Para ello deben estudiar todos los cambios legales y normativos. Este profesional se encarga de determinar medidas de prevención y correctivas, con el fin de analizar diariamente la actualización de los procesos. Entre sus principales trabajos se encuentra diseñar métodos que permitan garantizar que todas las normativas se han aplicado correctamente, responder a las solicitudes de los organismos reguladores y supervisar el cumplimiento de los códigos de la compañía.
Por todo ello, el trabajo de compliance officer es el empleo de moda para los abogados. Y es que la necesidad de tener que agregar oficiales de cumplimientos en las organizaciones resulta una gran oportunidad laboral en el mundo de la abogacía. Las instituciones financieras son las que más están demandando estos perfiles, por lo que es una salida profesional muy a tener en cuenta, ya que, además, los salarios suelen ser muy atractivos.
Eso sí, estos profesionales no sólo deben contar con un evidente perfil legal, sino también tener amplios conocimientos en gestión de empresas. En la actualidad existe una gran ofertas de formación avanzada, por lo que hacer un máster en compliance officer puede ser una buena forma de combinar la parte penal con la de negocios y entrar en contacto con compañías interesadas. El hecho de que esta profesión esté de moda ha hecho que el mercado esté saturado de oferta formativa para profesionales que quieren aprovechar esta oportunidad. Por ello conviene andar con pies de plomo antes de elegir un curso o máster.
Como venimos diciendo, los compliance officers son abogados, pero con algunas características muy especificas. Es vital que tengan habilidades para poder aplicarlas en distintas áreas de la empresa y saberse comunicar para formar a los trabajadores con el fin de evitar riesgos legales.