La negociación de pagarés es un concepto que no pueden pasar por alto las empresas y los profesionales que necesiten conseguir liquidez a corto plazo. Sin embargo, la mayoría de las compañías que buscan financiación se limitan a buscar empresas de descuento de pagarés y dejar en sus manos todo el proceso de descuento. Y siempre se queda dinero por el camino.
Antes de analizar cómo negociar un pagaré, damos por hecho que has llegado hasta aquí porque sabes perfectamente qué es un pagaré, como funciona, qué es el descuento de pagarés y para qué se tramita, entre otros aspectos. A pesar de ello, podemos recordar brevemente que los pagarés son títulos que reconocen la existencia de una deuda derivada de una compra o de un servicio. En ellos se establece un tiempo de pago, cumplido el cual se tendrá que liquidar dicha cantidad.
Es una obligación que se adquiere, y suele ser más utilizada por empresas, en relación a particulares o proveedores. De manera más sencilla, consiste en una promesa de pagar una cantidad determinada de dinero en un plazo de tiempo que se establece entre las dos partes.
El proceso de negociación de pagarés se realiza por diversos motivos, aunque lo más habitual es acudir a este servicio para conseguir financiación para la empresa a corto plazo, ya que éstas obtienen liquidez de forma anticipada cuando se procede al cobro de dichos pagarés. Cabe destacar que este proceso es muy común en operaciones comerciales para afrontar los pagos de manera puntual y evitar repercusiones futuras.
No obstante, lo que nos atañe a partir de ahora, es entender cómo se negocian los pagarés y por qué se lleva a cabo este procedimiento.
Cómo se negocia un pagaré
Por lo general, una empresa acude a este servicio cuando su entidad bancaria pone muchos peros a la hora de conceder un “anticipo” en forma de crédito. El siguiente paso para muchas compañías es acudir a una empresa de descuento de pagarés, que realizará un estudio del caso de forma minuciosa para analizar la viabilidad de la operación.
En general, saber o tener el conocimiento necesario sobre cómo negociar un pagaré es importante para la rentabilidad de la empresa, ya que mejora la liquidez de la compañía y permite exprimir al máximo la cantidad de dinero que podemos ‘sacar’ de una operación de este tipo. Los mejores negociadores sacan máximo provecho al propio endoso, fundamental en cualquier descuento.
El endoso permite legalmente que los pagarés puedan circular del mismo modo que lo hace el dinero. Al tratarse de un documento legal, este se puede ceder a un tercero, que se conoce en este caso como endosatario, y que se convertirá en el nuevo poseedor de los derechos de cobro. En este caso es ideal esta fórmula cuando se trabaja con empresas de gran solvencia, ya que las entidades darán luz verde a la operación de manera más rápida y sencilla y con intereses mucho menores. Si trabajamos con empresas solventes podemos asumir sin miedo el riesgo de impago, lo que hará que consigamos mucho más dinero en las negociaciones.
En el descuento de pagares tradicional, el poseedor del título simplemente realiza la venta del pagaré a una entidad financiera antes de su fecha de vencimiento con el objetivo de obtener liquidez. Se suele adjuntar la factura. El riesgo suele ser menor, pero las entidades suelen estirar mucho la cuerda en las negociaciones, por lo que la cantidad recibida suele ser menor que en un endoso, sobre todo el si propietario del pagaré se hace cargo de la insolvencia. Puede ser una buena fórmula para conseguir dinero rápido si se trabaja con empresas de menor calibre.
Y es que debemos tener en cuenta que el descuento se hará con la contraprestación del pago de una comisión por la operación y los intereses. El proceso es muy sencillo en este último caso: solo se tiene que presentar el pagaré y la factura que se ha emitido a la entidad financiera que va a realizar el procedimiento.